Todos hemos visto películas, series, animación y más medios digitales, pero alguna vez nos hemos puesto a pensar, ¿Realmente nos gustan las cosas que vemos?, ¿Somos conscientes de que significan las escenas y las perspectivas que tienen las escenas?
Bien, pues eso es lo que nos expone Brainwash, un documental que habla de cómo la visión masculina es la que ha dominado la forma en la que se hace el cine, pues se nos muestra que en varias ocasiones a las mujeres se les rebaja a un objeto, pues en la mayoría de los casos la cámara toma el rol de los ojos del hombre.
Esto lo podemos ver por ejemplo, cuando se enfoca al cuerpo de la mujer de manera fragmentada, o cuando el cuerpo de la mujer toma más importancia en el fondo. Lo que nos trata de hacer ver es cómo es que este tipo de enfoques se han normalizado y aceptado sin definir exactamente lo que significan.
De igual forma se nos muestran varias escenas de películas dirigidas por mujeres y las diferencias que hay en los planos de cámara, por ejemplo, enfocando a las mujeres con una mirada fija a la cámara, de igual forma se trata de definir que los planos ocupados para la visión masculina ahora se podrían aplicar de igual manera a las mujeres, dejando así a esos planos como un significado del personaje dominante.
Y esto lo vemos sólo desde el punto de vista de la exponente, sin embargo, en estudios realizados sobre este mismo tema pero aplicado al anime, nos encontramos con el concepto “I-become Gaze”, propuesto por el crítico japonés Sasakibara, y rescatado por Patrick Galbraith en el libro «The Ethics of Affect», el cual nos dice que hay ciertas escenas o planos en donde el hombre se vuelve invisible, osea, que no vemos o incluso no existe un protagonista o personaje masculino, sin embargo, la visión masculina sigue presente en los planos que realiza la cámara, de igual manera, los personajes femeninos que aparecen en obras de este estilo están “preparadas” para la mirada masculina, para que sea atrayente especialmente para los hombres.
Así que como vemos, es difícil el separarnos de la mirada masculina, pues ha sido impuesta muy fuertemente en la cultura popular, por lo que la sugerencia de ahora ocupar los planos “típicos” de la mirada masculina para determinar el poder que tiene cierto personaje podría ser una de las mejores opciones por el momento, pues tal vez con más experimentaciones podamos encontrar nuevas formas de ocupar el lente de la cámara sin caer en los planos “tradicionales”.
Por último, recomendamos este video que habla de la mirada masculina desde el punto de vista del anime, un tema del cual también se debería de saber.
